LX CRUCERO DE INSTRUCCIÓN. VIDA A BORDO DEL 15 AL 18 DE FEBRERO DE 2018

Categoría: Noticias
Publicado el Jueves, 22 Febrero 2018 14:49
Escrito por jeronimo
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Funchal

La llegada al puerto de Funchal, nos tenía nerviosos a los Guardiamarinas. Era la primera vez que visitábamos la isla y teníamos una especial ilusión ya que era nuestra primera escala. Hasta ahora no sabíamos cómo sería llegar a un puerto perteneciendo a la dotación del "Juan Sebastián de Elcano" y lo que ello supone.

El jueves, cuando pudimos salir a la calle ya se nos había hecho de noche, así que decidimos ir a cenar a la Zona Velha. Pedimos Espetada, plato típico de la isla que consistía en pinchos de carne a la brasa. Esto lo acompañamos de una copa de Poncha, un brebaje tradicional de Madeira.

El viernes pudimos lucir orgullosos nuestros uniformes paseando por la ciudad. Los turistas, muchos de ellos no habían visto el barco atracado en el muelle y  no daban crédito al vernos pasar. Algunos de nosotros pedimos permiso para ir de excursión al norte de la isla. Allí visitamos unas casas tradicionales. Eran de techo de paja y con las paredes blancas. También aprovechamos el camino para visitar el pico de Arieiro. Una montaña de casi 1500 metros que ofrecía unas vistas tan impresionantes que no nos podíamos ir sin ver. Mereció la pena la serpenteante carretera hasta la cima, ya que desde uno de los miradores se apreciaba gran parte de la isla.

El sábado decidimos ir a visitar unas piscinas naturales. Para llegar había que atravesar un túnel excavado en la roca digno de fotografía. Al llegar observamos atónitos lo impresionantes que eran estas piscinas. Unos se  animaron y se bañaron y otros pensando que el agua estaría demasiado fría esperaron al resto tomando algo.

El viernes por la noche tuvimos la primera recepción a bordo. Tuvimos la suerte de acoger a gente de importancia en la isla. Como embajadores de España intentamos trasmitir a los presentes la Marca España y verlos disfrutar degustando una deliciosa tortilla de patatas o un plato de paella acompañada de un exquisito fino de Jerez. Para muchos de nosotros era la primera vez que participábamos en un acto de esta índole. Es muy gratificante el ver que hablas con un embajador, un cónsul o con un oficial de alto rango portugués y que muestren interés en nuestra profesión y sobretodo en nuestro viaje. No sabíamos hasta qué punto la gente se interesa por lo que hacemos.

El domingo tuvimos a bordo la primera Jura de Bandera a bordo del buque. Tuvimos el orgullo de presenciar cómo un nutrido grupo de compatriotas besaban ilusionados nuestra bandera nacional. Antes de la jura tuvo lugar una misa en el alcázar. El acto estuvo presidido por el embajador de España en Portugal.

Después de la jura comenzaron los preparativos para volver a la mar. Ayudamos a la dotación a desmontar los toldos de la toldilla y el engalanado (esas banderas que decoran lo alto del barco de proa a popa). Sobre las 6 de la tarde se tocó babor y estribor de guardia. Por desgracia el tiempo no acompañó y tuvimos que salir de puerto bajo una densa lluvia. Una vez liberados del socaire de la isla, el viento sopló con ganas y pudimos largar el aparejo de cuchillo hasta el petifoque. Volver a ver el barco izar sus velas en un precioso anochecer quedará para el recuerdo.

Con esto ponemos proa a las islas canarias y volvemos al trabajo. En cuatro días volveremos a parar, esta vez en puerto español antes de dar el gran salto a Sudamérica.