XCI CRUCERO DE INSTRUCCIÓN.-VIDA A BORDO.-15-02-2019

Categoría: Noticias
Publicado el Miércoles, 13 Marzo 2019 14:57
Escrito por jeronimo
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MRO EPM PATRICIA CHAVERA MORENO

Suena el despertador y te despiertas de un salto para comenzar un nuevo día en la mar. Subimos al comedor a recargar energías, un par de tostadas de aceite con azúcar para recordar de dónde venimos y ya está todo listo. Hay ganas de empezar.

Buscamos al Cabo Primero para que nos detalle las tareas para el día, buscamos las herramientas y ya solo tenemos que poner nuestras manos para arreglar todas las averías que nos surjan.

Nuestra segunda casa es la Planta TAR. Para quien no la conozca se trata de la planta de tratamiento de aguas residuales. Estamos muy concienciados con proteger los recursos limitados que nos ofrece la madre naturaleza. De esta forma mediante la Planta TAR tratamos el agua para contaminar lo menos posible. Es el lugar donde llegan todas las aguas grises y negras del barco. La arreglamos un poco para que brille y se mantenga guapa y hacemos que no falte el vacío en ningún rincón del barco, ¿Os imagináis despertar y no poder ir al baño? ¿O que se acumule la basura en casa? Estoy segura de que a nadie le agradaría. Para estos posibles problemas funciona nuestro gran equipo. Primero acudimos a todos los baños comprobando que funcionen con normalidad. Y luego ponemos toda nuestra fuerza en solucionar atascos ya que tenemos como misión principal, que toda la dotación del barco viva de la forma más cómoda y feliz.

Otros de nuestros primordiales objetivos es que mediante el hidróforo, hacemos que llegue el agua potable a todos los suministros del barco, que producimos a bordo gracias a dos plantas de potabilización por osmosis. Y de la misma manera cuando llegamos a algún puerto somos los primeros en pisar el muelle para meter agua de tierra. Además, arreglamos otras máquinas como la compactadora que hace posible que podamos realizar largos tránsitos sin acumular grandes cantidades de basura. Así, el día se nos hace muy ameno y rápido.

Antes o después de trabajar relevamos a nuestros compañeros para montar vigilancias, y después de recibir novedades damos la primera ronda. No se nos puede pasar nada por alto, todo tiene que estar en buenas condiciones, ya que somos el corazón del barco.

Lo curioso de este trabajo es que cada día en la mar es distinto al anterior y que siempre aprendes algo nuevo. Cuando nos llaman para Maniobra General, mis compañeros y yo nos dirigimos al Trozo de Seguridad Interior. Donde cada semana nos entrenan con ejercicios operativos para atacar un hipotético incendio o inundación que nos pudiera surgir durante la navegación, no hay que dejar nada a la improvisación.

Después de todo el esfuerzo diario, tenemos tiempo para nosotros mismos. Por un lado podemos ir a misa y a la catequesis para recibir en unos meses la confirmación de Dios. Por otro lado, a bordo del buque recibimos clases y podemos seguir estudiando para ascender a Suboficial o ingresar en la Guardia Civil. Ya que en la Armada Española tenemos muchísimas oportunidades para avanzar cada día un poco más y nunca estancarse, así que nunca debemos rendirnos y conformarnos. Para los amantes de la lectura también hay tiempo. ¿A quién no le gustaría leer un buen libro con la mar de fondo? A mí en particular, una de las cosas que no me pueden faltar en mi día a día es una hora para desconectar y hacer deporte, es muy enriquecedor correr y relajar el cuerpo tras una dosis de adrenalina.

A parte de todas estas actividades que realizamos, algún día festivo comemos todos en cubierta para romper con la rutina. Durante el día y fuera de trabajos, cuando el sol calienta, en nuestro bergantín-goleta tocan “playas”, lo que quiere decir que está permitido darse una ducha refrescante de agua salada y tomar el sol con tus compañeros. También, casi todas las noches se hacen conciertos a la luz de la luna, un momento en que toda la dotación se junta para disfrutar de la música a bordo. Y en especial la noche del sábado se proyecta una película en cubierta, que hace que esta noche sea muy divertida. Todo esto consigue que podamos disfrutar nuestro día a día en la mar con una sonrisa.

Y mi parte favorita de la historia es que mientras tanto viajamos, recorremos el mundo, para contar nuevas historias como esta. En este Crucero de Instrucción XCI vamos a visitar ni más ni menos que ocho países diferentes.