XCII CRUCERO DE INSTRUCCIÓN.-VIDA A BORDO-5-02-2020

Categoría: Noticias
Publicado el Jueves, 06 Febrero 2020 17:09
Escrito por jeronimo
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Buenos días a todos una semana más, conscientes de la gran expectación que muestran ante la publicación de cada entrega y que nos animan a seguir haciéndoles partícipes y contándoles nuestras experiencias a lo largo de este XCII Crucero de Instrucción. Recién largada la última estacha desde el puerto de Recife y ya camino de Curazao, los encargados, en esta nueva entrega, de transmitirles nuestras vivencias a bordo de este Buque-Escuela, seremos los Guardiamarinas Iael Salafranca Francés y Álvaro Hernández Ruiz.

Como viene siendo habitual los días antes a nuestra entrada en puerto, los valientes Guardiamarinas subimos a la voz de Maniobra General a aferrar las velas para alistar el barco para su estancia en puerto. Los que aquí suscriben, como representantes de la verga del juanete, nos tocó subir a la más alta de a bordo. Como curiosidad, el reparto entre las vergas del aparejo de cruz se realiza en función de las estaturas. Los “juaneteros” faltos de estatura pero compensada por un gran compendio de virtudes, nos toca subir a lo más alto de este buque, a unos 50 metros de la cubierta principal. A nuestro favor hay que decir que las vistas desde nuestra querida verga son mágicas, por no hablar de esos ocasos casi místicos, donde por fin comprobamos que no es leyenda el rayo verde que asoma por el horizonte en la puesta del sol.

Tras esta intensa mañana y mientras caía un sol de justicia empezó a correr el rumor de que se tocarían baños, esto es, que pudiésemos darnos un chapuzón frente a la ciudad de Recife. Por desgracia las noticias concernientes a estas aguas no eran muy alentadoras. La estadística de que el 50% de los ataques de tiburones en Sudamérica se concentraban en esta región, nos hizo replantearnos el darnos un bañito. Con lo bien que sienta una duchita fresca en cubierta. Y es que Brasil es uno de los países con más fauna y flora del mundo. Desde el Amazonas hasta el océano Atlántico, la naturaleza de este país no deja nunca a nadie indiferente. Las aguas superficiales de esta zona están llenas de tiburones tigre, feroz y cabeza chata y aunque la próxima escala en Curazao se atisba lejana, no tenemos ninguna prisa por darnos una zabullida.

 

 Cambiando de tercio, como saben de nuestra anterior entrega, el barco ha tenido que enfrentarse a duros chubascos poniendo a prueba tanto al barco como a su ejemplar dotación. Pero por suerte después de la tempestad llega la calma y con ello el buen tiempo y cielos despejados. Así, en los restantes días que quedaban hasta nuestra llegada a puerto, los Guardiamarinas pudimos seguir cogiendo pericia con el sextante. Como viene siendo habitual, y siempre que el tiempo lo permite, observamos la altura del sol a la hora de la meridiana, y la triangulación de estrellas por la noche. Era la forma en que los marinos, hace ya más de cinco siglos, utilizaban para situarse en alta mar. En este Buque-Escuela, como no puede ser de otra manera, se nos enseña a navegar utilizando las técnicas que empleaban nuestros antepasados y es que como bien dicen nuestros profesores, las nuevas tecnologías son una gran ayuda, pero no hay que olvidar que no están exentas de fallar y hay que estar preparados para cualquier eventualidad.

 

 Ya se habrán dado cuenta nuestros ávidos lectores, que la actividad institucional no cesa a bordo de esta embajada flotante durante nuestras escalas en puerto. Dentro de la actividad corporativa llevada a cabo, destaca el almuerzo de protocolo con la asistencia del Embajador de España en Brasil a parte de diversas autoridades civiles y militares; una Jura de Bandera, siempre tan emotiva, donde la comunidad española residente al otro lado del “charco” pudo mostrar su amor a España y sentirse aunque fuera por unos minutos más cerca de su añorada tierra. También, dentro de nuestra misión de apoyar a la acción exterior del estado, se atendieron a los Medios de Comunicación con una rueda de prensa a bordo donde se transmitió los fuertes lazos que nos unen con nuestros hermanos brasileños y como no podía ser de otra manera, difundir la mayor epopeya marítima mundial como fue la Primera Vuelta al Mundo finalizada por el marino español Juan Sebastián Elcano. Por último se celebraron dos jornadas de puertas abiertas para visitas al público en general, donde los recifenses nos mostraron su cariño y gran acogida reflejada en las más de 1000 visitas que se recibieron en tan solo dos días.

 

 Durante nuestra escala en la capital de Pernambuco, también tuvimos la oportunidad de practicar el deporte rey junto con nuestros compañeros de armas de la Marina Brasileña. Difícil empresa se asomaba por el horizonte, enfrentarse a una escuadra de un país pentacampeón de este deporte no auguraba grandes victorias. Aun así hicimos un papel más que digno y aunque no conseguimos hacernos con el trofeo, los brasileños han podido comprobar que hay vida más allá de Iniesta o Xavi… salvando las distancias claro. Fue una bonita manera de comprobar para los Guardiamarinas, que el deporte es una gran herramienta para estrechar lazos con nuestros homólogos brasileños.

 

 También tuvimos tiempo de disfrutar de los atractivos que nos ofrecía esta ciudad. Para los amantes del buceo fue una autentica suerte recalar en esta tierra. La costa de Recife es conocida como la Meca de los buceadores profesionales. Y no es para menos, según nos contó nuestro instructor Graciliano, todo un experto en la materia con más de 700 inmersiones a sus espaldas, a lo largo de los 187,5 kilómetros de la costa de Pernambuco, se estima que ha habido 300 naufragios desde la época colonial. Pudimos contemplar desde barcos coloniales, hasta vapores de rueda pasando por su vasta fauna que caracteriza estas aguas.

 

 Nos despedimos remontando ya la costa brasileña hacia el norte y eternamente agradecidos a todos los brasileños por su gran hospitalidad tanto en la ciudad de Río como en Recife. Ponemos proa a la isla de Curazao, un tránsito de 20 días marcado por el inicio de la fase de responsabilidad donde los Guardiamarinas asumiremos el mando y nos tocará decidir en todo lo referente a la navegación y maniobra del barco e ir aprendiendo que en esta empresa, la responsabilidad no se delega.

 

 Un abrazo muy fuerte y hasta pronto!