CRONICA DE LA VIDA A BORDO DEL "ELCANO" DURANTE LOS PRIMEROS DÍAS DE NAVEGACIÓN HACIA LA ISLA DE PUERTO RICO, PRIMER PUERTO EXTRANJERO DEL LXXXIV CRUCERO DE INSTRUCCIÓN

Categoría: Noticias
Publicado el Domingo, 17 Marzo 2013 17:48
Escrito por jeronimo
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Tras la espectacular parada naval de Las Palmas, el pasado día 10 el “Elcano” comenzaba su primer tránsito Atlántico hacia San Juan, la capital de Puerto Rico. La derrota establecida hasta la isla del Caribe era de unas 3.250 millas repartidas en 28 días de mar. Aunque realmente la ruta a rumbo directo entre ambos puertos es de poco más de 2.900 millas, debido a que el buque debe buscar los vientos más favorables para la navegación, muchas veces hay que realizar derrotas más largas pero asegurando el máximo posible de millas a vela.

 

El día 11, después de salir de puerto fue festivo en la mar. Recordando festivos de navegaciones pasadas, este fue un poco diferente, al ir perdiendo latitud norte y aproximarse cada vez más al Ecuador, hubo un aumento significativo de las temperaturas, sobre todo en los periodos diurnos ya que hacía un tiempo espléndido y lucía el sol. Debido a las altas temperaturas reinantes a bordo, se tocaron playas. Cuando se tocan playas se deja que el personal de la dotación en su tiempo libre suba a la cubierta en bañador y pueda sentarse a tomar el sol. Normalmente se instalan en los combeses a diferentes alturas a lo largo del buque unas duchas conectadas al circuito de baldeo, que es de agua salada. Así cuando el calor aprieta durante el horario de playas, el personal se puede refrescar.

 

En este segundo día de mar el personal también aprovechó para comenzar a hacer deporte en cubierta. Durante el último tránsito, con mala mar y fuerte viento, la actividad deportiva fue prácticamente nula, pero ahora el personal nuevamente se decidía a salir a cubierta a hacer un poco de actividad deportiva. Por lo general se suelen practicar a bordo deportes estáticos, ya que no hay demasiados lugares en el buque para correr. Las actividades deportivas preferidas suelen ser en primer lugar el saltar a la comba, sobre todo por los Guardiamarinas y seguidamente el levantamiento de pesas, aunque también se suelen usar las bicicletas estáticas. Además, como estos días el “Elcano” apenas se movía, comenzaban a proliferar los corredores por cubierta.

 

Pasando a temas de navegación, el “Elcano” iba a vela, a un largo, es decir con el viento abierto unos 120 grados desde la proa y a una velocidad de 6 a 7 nudos. Se navegaba con aparejo de juanete y la cangreja antagallada en segunda faja, con las escandalosas excepto la del mesana y con los estays. Se navegaba a unas 100 millas de la costa africana, y con un rumbo SSW. Así hasta llegar a una latitud de unos 17º30 Norte, un poco antes de llegar a Cabo Verde, y desde allí poner rumbo W para realizar el cruce del Atlántico hasta San Juan. Por la tarde la guardia cargó los estays, el petifoque y contrafoque. Los estays al ser velas altas se cargan antes del ocaso por seguridad.

 

El día 12 era ya laborable. Por la mañana, la cubierta estaba nuevamente llena de gente trabajando, pero esta vez, al contrario que en días pasados, con un tiempo excelente. Los alumnos continuaron sus clases con normalidad. Por primera vez en varios días pudieron subir al alcázar a observar la meridiana. La meridiana es la observación que se realiza del sol cuando está a la máxima altura sobre el horizonte. Esta hora suele coincidir entre la 12 del mediodía o la 1. Realmente no es que “suela” coincidir, sino que los cambios de hora que se establecen a bordo, son (aparte que al ir hacia el oeste hay que ir restando horas con respecto a España) para que la meridiana de los Guardiamarinas coincida aproximadamente con el intervalo de hora anterior. Con la meridiana, y después de un pequeño cálculo matemático, se puede obtener la latitud.

 

También durante la mañana la guardia dio los estays y el petifoque. Por la tarde, los Guardiamarinas recibieron unas clases de teóricas de maniobra en cubierta y cargaron los estays y el petifoque. El resto del personal a bordo continuó con los trabajos diarios.

 

A la hora del ocaso nuevamente se pudo ver a la mayoría del alumnado observando las estrellas con el sextante, al crepúsculo. Con esta observación, en la que deben calcular la altura de al menos tres estrellas diferentes, obtienen la posición real del buque, después de resolver un problema de trigonometría esférica.

A diferencia del personal de puente, que utiliza el GPS y las ayudas electrónicas para navegar, los

Guardiamarinas se sitúan mediante posiciones estimadas del buque, obtenidas con los rumbos y velocidades del barco en un intervalo de tiempo determinado. Gracias a las observaciones realizadas, pueden conocer la situación real del buque y así corregir la estima.

 

Por la noche, después de la cena, se realizó el primer concierto en cubierta de este crucero por parte de la banda de música que está comisionada a bordo. El concierto consistió en una serie de piezas musicales, empezando con un pasodoble español, siguiendo con la conocida pieza de la película “Desayuno con diamantes” y concluyendo con una pieza llamada “Fiesta Tropical”. Al concierto asistieron el Comandante, el Segundo y el Jefe de Estudios además de un gran número de miembros de la dotación que no estaban de guardia. Como norma general, el concierto se realiza todos los días laborables en el alcázar si el tiempo lo permite. Los domingos también se realiza un concierto, pero durante la mañana.

 

El día 13 durante la mañana se dieron nuevamente los estays. Por la tarde se tocó “maniobra general”, para virar por redondo, ya que el viento roló del NE hasta el NNE, y al rumbo al que iba el buque 175 aproximadamente, se acercaba cada vez más a la costa africana. Si se viraba el rumbo pasaría a ser de componente WSW para así acercar el buque a la derrota establecida.

 

Durante la maniobra también se cargaron los estays. Al final, el buque quedó navegando a vela con aparejo de juanete sin petifoque ni contrafoque, con la cangreja antagallada en segunda faja y las escandalosas excepto la de mesana.