XCIII CRUCERO DE INSTRUCCIÓN.-VIDA A BORDO.-16-11-2020

Categoría: Noticias
Publicado el Sábado, 05 Diciembre 2020 15:36
Escrito por jeronimo
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 Mi nombre es Juan Carlos Almeida y tengo 26 años. Soy Marinero del “JSE” y vengo de un pueblo gallego de la provincia de Pontevedra llamado Campelo. Este es mi cuarto Crucero de Instrucción y disfruto mucho de mi trabajo como Maniobra.

 

Mi destino es el que se encarga de las velas y el mantenimiento de la cubierta y junto con mis compañeros intentamos hacerlo lo mejor posible. Estoy destinado en el palo Mayor Popel y siempre que tengo la oportunidad subo a realizar trabajos en altura. Una de las mejores sensaciones que se pueden experimentar a bordo es la de libertad cuando se está en alta mar y te subes a los palos. Me gusta mucho disfrutar de los ortos y ocasos desde las alturas y deleitarme con paisajes espectaculares como han sido los que hemos disfrutado en los Canales patagónicos.

En definitiva, es vivir la vida a 50 metros de altura, en donde somos conscientes que no podemos cometer errores. Como una medida básica de seguridad, siempre que subimos a la jarcia, nos ponemos un arnés que nos protege de una caída en altura.

El trabajo del personal de Maniobra en un buque velero como el “Juan Sebastián de Elcano” es demandante, ya que requiere esfuerzo físico y está sometido a las inclemencias del tiempo. En el Estrecho de Magallanes, las condiciones meteorológicas adversas complican el trabajo, especialmente por la noche en que la sensación térmica era muy baja.

Una de las cosas que más me atrae de mi trabajo es que el compañerismos lo sentimos muy cercano, ya que todas nuestras tareas requieren un trabajo en equipo y sincronizado, dirigido con un lenguaje muy peculiar como son los silbidos de los chifles de los contramaestres. Experimentas la verdadera dimensión de la frase la “unión hace la fuerza”.

La navegación entre Talcahuano y El Callao ha sido íntegramente a vela y estamos navegando con prácticamente todo el aparejo. La última vela que hemos dado ha sido el trinquete cruz que la hemos envergado esta mañana y ya se encuentra dada y operando a pleno rendimiento.

Me siento muy apoyado y valorado por mis superiores. Creo que mis mandos tienen confianza en mí lo que me permite sentirme realizado y me mantiene motivado a la hora de trabajar y participar en las maniobras.

He pedido el curso de aptitud de submarinos y la verdad es que me haría mucha ilusión que me lo dieran. Sé que es un curso muy cotizado y es bastante complicado que me lo den, pero tengo la esperanza de conseguirlo. El mundo submarino siempre me ha apasionado y creo que esta es una oportunidad única para especializarme.

Estoy estudiando para presentarme a la Escala de Suboficiales. Es la primera vez que estudio para hacerlo y he empezado por las asignaturas de Física y Matemáticas.

Esta semana se han programado a bordo unas conferencias online de Ciberdefensa para concienciar a la dotación del riesgo que existe cuando se hace un uso indebido de las tecnologías y las redes sociales. Cuando se navega por Internet toda precaución es poca y está bien tener algunas nociones sobre cómo protegerte de ataques virtuales.

Ya se empieza a notar una subida en las temperaturas a medida que nos vamos acercando al Ecuador. La verdad es que con el buen tiempo la vida en cubierta florece y la gente tiende a pasar más tiempo de ocio en exteriores, lo que le da vitalidad al barco.

Echo mucho de menos a mi hermana, a mi madre y a mi abuela. Mi abuela me regaló antes de partir de España una estampa de la Virgen del Carmen que llevo siempre conmigo en el bolsillo y me ayuda a sobrellevar los momentos más complicados. Desde el Océano Pacífico quería mandarles un gran abrazo a las tres.