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Categoría: Noticias
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Publicado el Miércoles, 19 Junio 2013 09:22
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Escrito por jeronimo
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En esta nueva Vida a bordo se relata como, al fin, el "Juan S. de Elcano" arriba al Canal de la Mancha, tras 24 días de navegación transoceánica, logrando un hito naval trascendental en su navegación a vela.
A las 07:25 de la mañana del pasado viernes 14 de junio, navegando con aparejo de velacho alto, el “Juan Sebastián de Elcano” arribó por fin a las aguas del canal de La Mancha. Después de 24 singladuras y unas 3060 millas navegando a vela desde que se inició el cruce del Atlántico norte, por fin alcanzábamos la ansiada meta.
Han hecho falta 85 años de vida y 84 cruceros de instrucción para lograr este hito en la historia del “Elcano”. Anteriormente se había cruzado el Atlántico cuatro veces a vela, pero siempre hacia poniente. Esta es la primera vez que se cruza el Atlántico norte desde América hasta el viejo continente. En total se han empleado 22 días y 20 horas, con una velocidad media de unos 5,6 nudos. Además también en esta travesía se ha alcanzado el récord de velocidad del presente crucero, registrado en 13,7 nudos, con viento entablado de 45 nudos y rachas de hasta 55, unos 100 kilómetros por hora.
En todas las semanas de navegación ha habido vientos favorables y también días de encalmada. En los últimos días, gracias a un tren de borrascas que nos trajo vientos fuertes se consiguió el impulso final hasta Europa sin necesidad de arrancar el motor.
En los últimos días antes de llegar, sabiendo además que la meta estaba cerca, se notaba un cierto nerviosismo entre los miembros de la dotación. Había muchos que preguntaban al puente en cada guardia la distancia hasta el canal. Era algo que en un principio, parecía lejano y muy difícil de conseguir, pero conforme pasaban los días el ánimo por llegar a vela entre toda la dotación crecía. Y al final, gracias al trabajo de todos, así ha sido.
Para conmemorar este momento, que quedará grabado en la memoria de todos, se reunió a la dotación en el alcázar, y se tomaron varias fotos de distintos servicios, destinos y cámaras con sus mandos naturales. Así se tendrá un recuerdo de este hito. Todos eran conscientes de que habían hecho “historia” dentro de este buque. Muchos marinos han navegado sobre sus cubiertas y han estado muchos años embarcados, pero en 85 años muy pocos pueden decir que han cruzado el Atlántico norte a vela, sin tener que arrancar el motor.
Después de estos acontecimientos extraordinarios que se han vivido a bordo, el sábado se siguió con el devenir normal de la vida a bordo. Por la mañana los guardias marinas expusieron en su cámara la recalada sobre el próximo puerto de Den Helder y la aproximación y navegación por el estrecho de Dover. Posteriormente el oficial de la Armada del Perú que se encuentra comisionado a bordo expuso una conferencia sobre su país y sus Fuerzas Armadas.
Parecerá mentira pero el sábado seguíamos navegando a vela por el canal de La Mancha. No sólo eso, sino que después de cargar todo el aparejo excepto el velacho bajo, una vela de apenas 130 metros cuadrados, se alcanzó una velocidad máxima sostenida de 8,1 nudos con viento fresco y corriente a favor. La verdad es que comparado con los más de 3150 m2 de paño desplegado con todo el aparejo, era asombroso dar esa velocidad con apenas un 5% de toda la superficie vélica. Debido a que la velocidad era mucho mayor de lo que se esperaba, hubo que bracear la cruz para disminuir la velocidad algún que otro nudo, y así llegar al estrecho de Dover con las primeras luces del día 16, tal y como se pretendía.
Durante la mañana del sábado aprovechando un día soleado, se entregaron en cubierta los premios de los diversos concursos y juegos que se han realizado durante este crucero. Los ganadores de estos concursos fueron: El Comandante y el TN Jorge Fernández de Navarrete en el tute, el AN Ignacio Vicente y AN Francisco Álvarez al mus, el Sargento 1º Francisco Javier Pérez y el Maestro peluquero Vicente Faraldo al dominó, la Cabo Susana Pacheco al ajedrez, el Cabo 1º Juan Carlos Fernández al póker y el también Cabo 1º Omar Prieto al parchís.
Además de estos premios se entregó también al ganador del trofeo Rodrigo de Triana, que obtiene el primer miembro de la dotación en avistar tierra del continente americano, esto fue en el cruce del Atlántico hacia poniente, allá por el mes de marzo y principios del mes de abril. El ganador por aquel entonces fue el Marinero Jesús Cabañas. Por último, en el concurso de fotografía fue elegido ganador el Marinero Ernesto Arruego y en segundo puesto el Cabo 1º Javier Casablanca. Después de la entrega de todos estos premios, y aprovechando que el tiempo daba un respiro, se organizó una comida en cubierta para toda la dotación.
Volviendo a lo que a navegación se refiere, sobre las 19:30, se entró en el dispositivo de separación de tráfico que nos iba a conducir hacia el estrecho de Dover. Coincidiendo con esta entrada en el dispositivo, se cruzó el meridiano de Greenwich, o meridiano 0º, pasando de longitud oeste a longitud este. Fue el primer día de este crucero en el que se navegaba por longitud este.
Finalmente y después de 26 días de navegación, con las primeras luces del alba del domingo día 16, se avistó tierra; era la costa francesa del canal de La Mancha, una zona cercana a la localidad de Boulogne-sur-Mer. Tras salir de Newport el pasado día 21 de mayo, ésta era nuestra primera toma de contacto visual con el continente europeo.
También el domingo fue el último día de navegación pura a vela, ya que el viento amainó y así lo hizo también la velocidad, cayendo por debajo de los 2 nudos. Pasada la una de la tarde, se arrancó el motor después de 25 singladuras y se ordenó avante 130 revoluciones, todo esto después de haber navegado alrededor de 3340 millas náuticas a vela desde que se inició el cruce del Atlántico el día 22 de mayo.
Ya por la tarde del domingo se navegó por la zona más estrecha del canal de La Mancha con algo menos de 20 millas entre costa y costa, que separa las localidades de Dover en Gran Bretaña y Calais en Francia.
Después de casi un mes de navegación, ya sólo quedan apenas dos singladuras para fondear en Den Helder y preparar el buque para la estancia en puerto. Aunque antes de de entrar, habrá una revista naval para todos los buques que van a participar en la conmemoración del 525º aniversario de la creación de la Armada holandesa. En tres días les seguiremos contando.
