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Categoría: Noticias
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Publicado el Martes, 25 Marzo 2014 20:45
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Escrito por jeronimo
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Amanece el día con la costa de la Isla de Santiago a la vista. Es un día muy soleado, con cielos despejados y una temperatura de 20 grados, que durante el día incluso irá subiendo hasta los 30 grados. Aquí esto parece una cosa normal pero para muchos de nosotros es muy inusual hasta en pleno verano. Como ya nos aconsejaron durante la navegación el equipo sanitario de a bordo, será importante hidratarse y protegerse del sol durante nuestra estancia en Praia.
Atracamos en un muelle situado un poco más lejos de lo que realmente parecía de la entrada al puerto, que está al final de una bahía que bordea la ciudad. A nuestra proa se encuentra atracada una Fragata portuguesa, la “Bartolomeu Dias”, y en otro muelle del puerto, también cerca de nosotros, la Corbeta francesa “Commandant Birot”, así que no seremos los únicos turistas estos días.
Durante la mañana se recibe a bordo al Embajador de España en Cabo Verde, y cerca de la una de la tarde tiene lugar, también a bordo, un acto de imposición sobre la Bandera de la medalla de la Estrella de Honor de las Fuerzas Armadas de Cabo Verde. Se trata de la máxima distinción militar del país, y a bordo no podíamos estar más orgullosos del reconocimiento. Es la primera vez que el barco recibe una condecoración militar de manera colectiva. El acto es presidido por el Ministro de Defensa de Cabo Verde, quien impone la corbata, y acuden también altas autoridades civiles y militares del país.
Tras el acto almorzamos casi toda la dotación a bordo y, a pesar del calor y el poco tiempo disponible para hacer la digestión, los equipos de guardias marinas de fútbol, voleibol y baloncesto parten cerca de las tres de la tarde para participar en unas jornadas deportivas con jóvenes locales.
Mientras tanto la guardia ejerce de anfitriona para la visita de la colonia española asentada en el país, que agradecen con sinceridad la posibilidad de pisar de nuevo tierra española y expresan su orgullo patrio ante singular velero. “Es de nuestra Armada, la Armada Española!”, le decía un visitante al grupo con el que paseaba por el barco.
Al día siguiente por la mañana militares de las Fuerzas Armadas de Cabo Verde participan a bordo en un programa de formación dirigido por los oficiales del buque que tuvo como objetivo mostrar nuestra actividad en las áreas de seguridad interior, maniobra, navegación y meteorología a través de exposiciones de material, explicaciones in situ, presentaciones y charlas. Finalizado con un recorrido por el buque, los participantes muestran su interés y agradecimiento.
La mañana y el día en general es intenso en cuanto a visitas. Se reciben a bordo escolares procedentes de colegios de las zonas más desfavorecidas de la ciudad. La sonrisa con la que los niños disfrutan su visita es más que suficiente recompensa para todos nosotros. Por la tarde se recibe también la visita de estudiantes de la Universidad de Cabo Verde.
La tripulación disfruta del buen tiempo y muchos pasan el día en las playas de la isla. Por la tarde, tripulación y alumnos visitamos el céntrico barrio dePlateau, en Praia, y la Cidade Velha, a unos 15 kilómetros de la capital. De ésta cabe destacar sus calles y la centenaria Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, además de un fuerte construido en el siglo XV cuando Cabo Verde era parte de España, durante el reinado de Felipe II, ubicado en lo alto de una colina con unas vistas realmente espectaculares.
Por la noche, tuvo lugar la tradicional recepción a bordo, a la cual asistieron autoridades militares y civiles, además de oficiales franceses y portugueses de los buques surtos en puerto. Todos disfrutamos de una tranquila y distendida velada.
El miércoles es un día ajetreado: por la mañana asistimos a la entrega oficial de material médico donado por las FFAA españolas a la Policlínica Militar de Praia, en un acto presidido por el Ministro de Defensa y el embajador de España. El material es de última generación, equipos de radiodiagnóstico, equipos de análisis, etc, y a buen seguro permitirá ayudar a mejorar el funcionamiento del centro. Pero lo más sorprendente fue ver en las camas colchas del ejército del Aire y toallas de la Armada…
Llega el jueves, y nuestro último día en Praia será aprovechado por la mayoría para descansar y desconectar antes de afrontar el cruce del Océano Atlántico, que nos llevará primero a cruzar las Antillas y luego a recalar en Cartagena de Indias. Serán 24 singladuras, y la incertidumbre de cómo las pasaremos sobrevuela nuestros pensamientos. Para varios, sobretodo guardias marinas, será la primera navegación larga de su carrera, y estas vivencias son parte fundamental en la labor de enseñanza de este buque escuela.
Echaremos de menos a la familia y amigos, pasaremos sueño y demás fatigas, pero también hemos de considerarnos unos privilegiados, ya que la mar ha de ser nuestro hábitat natural como marinos que somos, y hay que aprovechar los días en la mar, que tan “caros” están hoy en día.
Esperemos que los vientos alisios y los anticiclones del atlántico pongan de su parte y no falten a su cita para ayudarnos a navegar a poniente hacia el Nuevo Mundo….
