XC CRUCERO DE INSTRUCCIÓN. VIDA A BORDO, 25 DE ABRIL DE 2018

Categoría: Noticias
Publicado el Jueves, 24 Mayo 2018 15:41
Escrito por jeronimo
Visitas: 1310

La panadería

En el "Juan Sebastián de Elcano" hay una cocina, que da de desayunar, comer y cenar a 230 personas todos los días. Cuando los cocineros han terminado de limpiar la cocina después del reparto de la cena, los panaderos empezamos nuestro trabajo. Aquí, la cocina también es panadería, y la panadería es la cocina.

Al igual que en cualquier panadería del mundo, tenemos que terminar nuestro trabajo antes de que el más madrugador se levante a desayunar. Pero a diferencia de una panadería corriente aquí comenzamos antes para preparar el refuerzo para las guardias nocturnas, cada noche una cosa distinta: perritos calientes, hamburguesas, bocadillos o preñaitos de jamón york, queso y orégano. El refuerzo favorito de toda la dotación, especialmente de los Guardiamarinas.

El refuerzo es muy importante, ayuda a mantener despiertos a los que han montado una larga media (guardia de 00 a 04 de la mañana), o a los que se preparan para pasar cuatro frías horas en la cubierta durante el alba (guardia de 04 a 08), pero sobre todo animan a todos los que van a montar la guardia. Y si la gente está contenta trabaja mucho mejor. Por eso le ponemos cariño al refuerzo.

Una vez finalizada la preparación del refuerzo, comienza la preparación de la masa para el pan que se va a consumir a lo largo del día, para lo cual usamos 50 kilos de harina (cada noche). Con la amasadora hacemos la masa, que dividimos en tres partes: dos partes para pan de boya (una hogaza) y una para pan de barra.

Cada noche hacemos unas 20 boyas y entre 60 y 80 barras, pero en ocasiones podemos hacer aún más. Al fin y al cabo somos unas 230 personas muy hambrientas, aquí a bordo. Finalmente, las boyas y barras se hacen lentamente en los dos potentes hornos de la cocina.

Teniendo ya el pan preparado, nos dedicamos a hacer los bocadillos para el almuerzo matutino. Hoy fueron de chorizo, mañana serán de salchichón y todos los domingos de jamón. Si es que las tradiciones en la Armada son intocables.

Es en ese momento cuando se “cierra” la panadería y “abre” la cocina. Los despenseros suben los zumos, fruta, bollería o lo que sea que ese día haya para desayunar y los cocineros preparan el desayuno. Pronto se tocará diana y se empezará a llenar el comedor.