EL "ELCANO" ARRIBA AL PUERTO HOLANDÉS DE DEN HELDER, ENCABEZANDO LA FLOTA DE VELEROS INTERNACIONALES PARTICIPANTES EN EL525 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA ARMADA HOLANDESA. UNA VEZ MÁS, EL BUQUE ESPAÑOL LIDERÓ LOS ACTOS ORGANIZADOS POR LAS AUTORIDADES

Categoría: Noticias
Publicado el Martes, 25 Junio 2013 08:08
Escrito por jeronimo
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Después de haber cruzado el Atlántico a vela y llegar prácticamente hasta el estrecho de Dover, sólo quedaban un par de centenares de millas antes de llegar a nuestro destino en Den Helder. Tras estar tantas singladuras sin ver prácticamente barcos navegando, ahora estas aguas del mar del norte estaban plagadas de ellos. De hecho desde que llegamos al canal de La Mancha, la densidad de tráfico no había parado de aumentar.

Conforme el buque se fue acercando a aguas holandesas se comenzó a ver en alguna que otra ocasión estaciones de extracción de gas que se encontraban sobre las aguas del Mar del Norte. También, entre otras cosas curiosas, se pudo ver algún campo de molinos productores de energía eólica, que en vez de estar situado sobre la superficie terrestre, como sería lo normal, estaban situados en la mar, anclados al fondo.

El lunes, durante la tarde, se expuso en la cámara de Guardiasmarinas la recalada cultural sobre Den Helder. En la conferencia, los Guardiasmarinas comentaron unas ideas generales de los Países Bajos tanto de historia, economía, cultura, etc, para posteriormente centrarse ya en las ciudades de Den Helder y de Amsterdam. 

Por la tarde, navegando a unas 30 millas del fondeadero de Texel Roads, situado frente a Den Helder, se aprovechó para actualizar la tablilla de desvíos de las agujas magnéticas de a bordo. Con esta tablilla se consigue saber cuál es el desvío de la aguja magnética con respecto al rumbo magnético, a esto se le conoce como el desvío de aguja. Esto se hace para que la aguja magnética sea lo más precisa posible y señale con exactitud el rumbo magnético. Para actualizar una tabla de desvíos, se requiere un mínimo de tiempo, ya que hay que abarcar todos los rumbos de la rosa de los vientos tomados de 15 en 15 grados, permaneciendo un mínimo de 3 ó 4 minutos por rumbo.

En cuanto se terminó de realizar la actualización de la tabla de desvíos, se puso rumbo a la entrada de Den Helder, que estaba aún a unas 30 millas. Unas cuatro horas después, a las 0030 del martes 18, el buque estaba tanto avante con la boya de recalada de la canal de entrada de Den Helder. A esa hora se comenzó a navegar por la angosta canal que conduce a nuestro fondeadero llamado Texel Roads, situado frente al puerto de destino.

Finalmente, tras la aproximación al punto de fondeo, sobre las 0230 de la madrugada, desde el puente se dio la voz ¡Fondo!, que indicaba al personal de castillo que debía quitar la boza del ancla para que esta cayera por su propio peso hasta el fondo. Una vez filada la cadena necesaria se podía decir que se había terminado la maniobra de fondeo.

A la mañana siguiente estando ya fondeados, se estableció régimen de intensivo para preparar el buque para su estancia en puerto. La verdad es que de todos los barcos que se esperaban en esta concentración de grandes veleros, éramos los primeros en fondear.

Esta concentración de grandes veleros está enmarcada dentro de los actos conmemorativos del 525° aniversario de la creación de la Marina holandesa. Entre los buques asistentes había tanto de países europeos como iberoamericanos. Estaba previsto que los buques asistentes a la regata fondeasen frente a Den Helder, ya que el jueves 20 antes de entrar en puerto, el Rey de Holanda presidiría una revista naval a todos los buques fondeados. En la revista, el “Elcano” iba a tener un papel importante. Había sido el designado por las autoridades para rendir los honores que corresponden a S.M el Rey durante la revista naval, disparando una salva de honor de 35 cañonazos. Por ello va a ocupar el primer lugar en esta singular formación.

Durante el fondeo se aprovechó también para ensayar el saludo a la voz, que está dentro de los honores que se le van a rendir al Embajador de los Países Bajos, cuando visite el buque tras nuestra llegada del próximo jueves. El saludo a la voz, como se ha explicado en anteriores “vida a bordo” consiste en cubrir las jarcias y botavaras con personal de marinería, y se realiza para rendir honores ante la visita al buque de alguna autoridad.

El miércoles comenzaron a llegar más buques de vela al fondeadero, entre ellos el mejicano Cuauthemoc, el portugués Sagres, alguna que otra goleta francesa… poco a poco todos se iban preparando para esta gran concentración de veleros llamada “Sail Den Helder 2013”. Se espera que participen un total de 37 barcos de vela, de los que 25 están considerados grandes veleros (10 pertenecientes a marinas de guerra europeas e iberoamericanas).

El 20 de junio al alba, estaban ya todos los veleros en sus lugares de fondeo, listos para la revista. Como se ha dicho anteriormente, el “Elcano” ocupaba el primer lugar en esta formación. Un poco más al noreste, a unos cientos de yardas de nuestra posición, estaba fondeado el “Goteborg”, que es réplica de los antiguos galeones.

Desde donde se encontraba el buque-escuela se podía divisar gran parte de la flota de grandes veleros fondeada en Texel Roads, a pesar de la mala visibilidad. Ya desde muy temprano se empezaron a ver pequeñas embarcaciones que se iban acercando a los diferentes barcos que estaban fondeados, para hacer fotos o simplemente para curiosear. Conforme fue avanzando la mañana, la zona de fondeo acabó llenándose tanto de pequeños barcos a vela como a motor, que iban visitando uno a uno los barcos fondeados. Con tantos veleros de nacionalidades distintas, hacía que se respirase un ambiente muy marinero y festivo.

Sobre las 12.45 se divisó saliendo de puerto al “Stad Amsterdam”, un precioso velero de bandera holandesa arbolando el estandarte real, en el cual estaba embarcado el Rey Guillermo Alejandro de los Países Bajos. A popa de éste, estaban la fragata holandesa “Zeeland” y el también velero “Mercedes” que seguían aguas.

A bordo del “Juan Sebastián de Elcano” estaba todo preparado para rendir los honores; el engalanado, los gavieros en las vergas y botavaras, los Guardiasmarinas en los tranvías, y los cañones listos para comenzar las salvas de honor. Cuando el “Stad Amsterdam” se encontraba a unas 1.200 yardes del “Elcano”, se mandó firmes a las formaciones y se comenzó la salva de honor de 35 cañonazos conforme al protocolo de los Países Bajos. Tras unos tres minutos, y cuando el buque que transportaba al Rey de los Países Bajos estuvo tanto avante con el buque-escuela, concluyó la última salva, a bordo se pudo ver al buque de vela holandés, y al Rey respondiendo a los honores con el saludo militar.

Mientras el buque de S.M. el Rey seguía con la revista a la flota, el “Elcano” levantó el fondeo y puso rumbo hacia la entrada al puerto de Den Helder. Después de los honores a S.M. el Rey, quedaban los honores a la plaza, que de todos los barcos sólo el buque español tendría el privilegio de realizar. Una salva de 21 cañonazos que se realizó justo antes de entrar en puerto, y que fue respondida por una batería de costa de la ciudad.

Después de finalizar el saludo a la plaza, nuestro buque-escuela se dirigió a su punto de atraque, en el que había un nutrido grupo de curiosos observando su llegada y maniobra de atraque. Por lo que se podía apreciar, había un ambiente muy marinero y jovial en Den Helder, lleno de veleros de todas las clases y de gente que poco a poco se acercaba a los muelles para contemplar al resto de la flota de grandes veleros que comenzaban a arribar a puerto.