UNA BOTELLA, CON UN MENSAJE, ARROJADA EL PASADO AÑO DURANTE EL LXXXV CRUCERO DE INSTRUCCIÓN, DE CÁDIZ A TENERIFE, NAVEGÓ MÁS DE 5.000 MILLAS CRUZANDO POR COMPLETO EL OCÉANO ATLÁNTICO Y EL MAR CARIBE. FUE LOCALIZADA EN EL ESTADO MEXICANO DE QUINTANA ROO

Categoría: Noticias
Publicado el Jueves, 05 Marzo 2015 18:09
Escrito por jeronimo
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El “Juan Sebastián de Elcano” conserva la tradición de arrojar por la borda mensajes con su situación dentro de una botella. Esta costumbre, antaño utilizada para el estudio del comportamiento de vientos y corrientes, se realiza diariamente en aguas abiertas.

 

Los guardias marinas de guardia de derrota preparan a mediodía un mensaje con el nombre del buque, la fecha, la posición y los nombres de los alumnos autores del texto, indicando la forma de contactar en caso de que alguien lo encuentre. Habitualmente se añade una cita literaria o una fotografía de la vida a bordo del buque.

 

Son relativamente frecuentes los hallazgos y nunca dejan de sorprender. En esta ocasión un grupo de cuatro jóvenes, de nacionalidades canadiense, argentina y mejicana, mientras exploraban la costa maya en la península del Yucatán de México, encontraron una botella con mensaje en la orilla de la Playa de Punta Tam, en Mahaual, Estado de Quintana Roo. No dudaron en contactar vía correo electrónico con el buque agradeciendo “el momento mágico” que el hallazgo les había brindado.

 

La botella fue arrojada el año pasado, durante el LXXXV Crucero de Instrucción, mientras el buque navegaba de Cádiz a Santa Cruz de Tenerife, a 60 millas al noroeste de Lanzarote. Los vientos alisios y, sobre todo, la corriente de las islas Canarias al principio, y después la corriente ecuatorial del Atlántico Norte fueron el motor y el timón del pergamino dentro de la botella hasta las costas caribeñas. La botella, encontrada casi un año después de ser arrojada, navegó más de cinco mil millas cruzando por completo Océano Atlántico y Mar Caribe.

 

El “Juan Sebastián de Elcano” agradece siempre con el envío de un recuerdo la amabilidad de aquellos que, con sus hallazgos y consiguientes contestaciones, ayudan a mantener viva esta bonita costumbre marinera del buque escuela