SUBOFICIALES DE LA BRIGADA DE MANIOBRA ILUSTRAN A LOS GGMM COMO CAPEAR UN TEMPORAL, CONSISTENTE EN DAR Y CARGAR APAREJO DE CAPA. CUADERNO DE BITÁCORA. 16 DE JUNIO DE 2016

Categoría: Noticias
Publicado el Domingo, 19 Junio 2016 11:25
Escrito por jeronimo
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Navegando en demanda de la Isla de las Flores, al Sur del Archipiélago de las Azores, con viento fresco del Sur-Suroeste, cielos de amanecida completamente cubiertos, horizontes tomados y cerrados en niebla, al toque de diana, comienza otro día a bordo de nuestro Buque-Escuela.

Tras el desayuno, se abre paso al horario de trabajo mediante la rutinaria Revista de Policía en la cubierta. Es jueves, día laborable, por lo que las clases para los Guardisamarinas son parte del horario que así corresponde. A lo largo de la mañana, cuatro de ellos imparten en la Cámara de GGMM una conferencia profesional acerca de la “Protección de los intereses marítimos de España”. Al finalizar, los alumnos acuden a su clase de Educación Física, que les permite mantenerse en forma pese a las inclemencias meteorológicas reinantes. A las 1230 hora local, tanto despenseros como cocineros y reposteros acuden a comer, ya que a la 1300 es el turno del resto de la dotación.

La tarde transcurre con normalidad, bajo condiciones meteorológicas no tan propias del mes de Junio al que nos acostumbra España, con cielos totalmente cubiertos. Aún así, el entusiasmo por continuar con la derrota hacia costas gallegas no decae ni un solo segundo. Las clases para los alumnos durante la tarde son de carácter totalmente práctico: dar y cargar aparejo de capa. Este aparejo se utiliza en caso de temporal, en el que el buque debe gobernar al viento, olvidando durante unas horas su destino; precisamente de ahí viene la frase  “capear un temporal”. Son los suboficiales de la brigada de Maniobra los que ilustran a los Guardiasmarinas acerca de como hacerlo, y, tras repasar los conceptos más básicos y repetir la maniobra en un par de ocasiones se da por finalizada la clase.  A 1815 horas se celebra misa en la capilla, como todos y cada uno de los días a bordo, gracias a nuestro tan querido Páter que nos acompaña a bordo en este crucero.

La singladura del día de hoy concluye navegando a vela, con aparejo de cuchillo hasta contrafoque, rumbo 090 a las Azores, dando un andar de 6,5 nudos, a 350 millas de la Isla de las Flores, bajo estos cuatro palos que, 89 años más tarde, se mantienen aún firmes, portando velas que portan vientos que nos llevan lejos… que nos devuelven a casa. ¡Viva España!