La llegada a Marín marcó el fin del crucero y el desembarque de los guardiamarinas, incluyendo a la Princesa Leonor, quien continuará su formación en otro buque de la Flota antes de reincorporarse al "Elcano" en Gijón. La Armada española destaca que este crucero fortalece los lazos con los países visitados y promueve la imagen de España en el mundo.