Continúa la travesía por aguas del Mar Caribe con rumbo a nuestro próximo destino, Costa Rica, en el que recalaremos en apenas dos días. A pesar de tener aún el puerto colombiano muy cercano por la popa, se notan las ansias por llegar al siguiente puerto caribeño.

El Mar Caribe. Cuántas veces hemos pensado en estas aguas de película, cuantas veces habremos oído hablar de ellas. Y sin embargo, a pesar de ese velo de leyenda que cubre estos mares, aquí nos encontramos, navegando, algo que muy probablemente haya sido un pequeño sueño de alguno de nosotros.

La meteorología, sin embargo, no es para nada de leyenda. Ayer en 5 minutos nos cayó lo que no nos ha caído en meses, y esta noche, una vez más, las tormentas han vuelto a dejarnos un húmedo recuerdo de su presencia. No obstante, esta lluvia no nos afecta a la moral, que sigue bien alta y con los ojos puestos a Puerto Limón, nuestro próximo puerto. Tantas ganas tenemos todos de llegar, que ni siquiera el mal tiempo que nos prometen que hallaremos es capaz de desanimarnos.

Aun así, no estoy más que hablando de acontecimientos futuros. Volvamos a la esencia de este diario, el día a día a bordo. Nada más despertar, nos encontramos un tiempo fabuloso, y a pesar de estar en un lugar donde predominan las temperaturas altas, no estamos pasando un calor excesivo. El día se desarrolló de forma habitual, con clases durante toda la mañana y aferrado de las velas para entrar en puerto durante la tarde.

No quiero terminar sin antes mandar un fuerte abrazo a toda mi familia, en especial a mi hermano pequeño, que ya se le acerca la tan temida época de selectividad, mucho ánimo.

Me despido encomendándome a la Virgen del Carmen para que nos guíe y lleve a salvo al siguiente puerto y cuide de todos nosotros y nuestros seres queridos.

En la mar, a 11 de mayo de 2023, a bordo del B/E “Juan Sebastián de Elcano”, GM Ángela Merello Pérez.