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Categoría: Noticias
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Publicado el Lunes, 17 Julio 2017 17:04
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Escrito por jeronimo
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Vida a bordo, 04 de julio de 2017
Estoy triste. Hoy día 4 de julio nos levantamos para despedirnos del último puerto del LXXXIX Crucero de Instrucción: Amberes. Hoy saldremos a la mar para volver a Marín. En ocho8días esta “aventura” habrá terminado… ¿Qué va a ser de mí?
Al menos nos iremos con buen sabor de boca, ya que Amberes fue un gran puerto. El día de llegada empezó a las 7 de la mañana, momento en el que recogimos al práctico. Sin embargo, el tránsito hasta la ciudad duró más de 10 horas, ya que atracamos a las 6 de la tarde. La explicación es que para llegar a Amberes hay que llegar a la bocana del río Escalda y remontarlo. Lo que se traduce en una derrota de más de 80 millas náuticas.
El atraque era en pleno centro histórico por lo que no se podría haber escogido mejor lugar. Esa primera noche no dio para mucho, pero pudimos cenar y después disfrutar del ocio nocturno que nos brindaba la ciudad. Algunos incluso animamos el“karaoke” de la ciudad.
El segundo día de puerto pudimos disfrutar de una calurosa recepción, donde conocimos a españoles residentes en Bélgica, muchos de ellos diplomáticos destinados en Bruselas, y que como en todos los puertos, les apasiona escuchar relatos de nuestro viaje. Además, tuvimos la suerte de recibir a la Ministra de Defensa, que, se encontraba en el país por motivos de trabajo.
El tercer día, algunos tuvimos la oportunidad de visitar el Cuartel General de la OTAN, donde recibimos una serie de conferencias sobre la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Esa misma tarde, visitamos el Ayuntamiento de Amberes (construido en el s. XVI) donde nos enseñaron sus interiores. Me llamó la atención el escudo de la corona de España en su fachada, aunque tiene su lógica: hace siglos esto era España.
El cuarto día, las personas que así lo desearon, realizaron la visita cultural a las ciudades de Brujas y Gante, pudiendo disfrutar de la belleza y encanto de estas ciudades medievales. La verdad es que el legado histórico y cultural de Flandes es digno de elogio.
Para terminar nuestra estancia en el último puerto del crucero, se celebró durante la mañana una misa a bordo y acto seguido una jura de bandera para españoles residentes en Bélgica.
Fue un puerto cargado de actividades y buen ambiente. Un país donde la cerveza, los canales de las ciudades y la historia en sus muros escrita por nuestros antepasados nos enamoraron.
Ahora ponemos rumbo a nuestra querida España haciendo inolvidable nuestro paso por el “Juan Sebastián de Elcano”, en este nuestro LXXXIX Crucero de Instrucción.
No me despido todavía porque aún me quedan un par de días para disfrutar del mejor barco del mundo.
