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Categoría: Noticias
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Publicado el Sábado, 14 Marzo 2020 14:15
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Escrito por jeronimo
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Bienvenidos una semana más a esta aventura que no es otra que el XCII Crucero de Instrucción a bordo del emblemático Buque-Escuela “Juan Sebastián de Elcano". En esta ocasión seremos los Guardiamarinas Federico Mercado Caballero y Carlos Alegre Sacristán, quienes tendremos la oportunidad de acompañarles a bordo del Buque más emblemático de la Armada Española, haciéndoles sentir, aunque sea durante unos renglones, un miembro más de la dotación.
Como bien saben nuestros incondicionales lectores, el pasado Domingo arribamos a la ciudad de Santo Domingo, primera ciudad a la que llegó Cristóbal Colon en su primer viaje al Nuevo Mundo. Esta es la vigésimo segunda visita a la capital de la República Dominicana, convirtiéndola en la décima ciudad más visitada en los 92 años de historia de este embajador y navegante. Y os podemos decir que este elevado número de visitas no es casualidad. Desde que pisamos tierra firme pudimos darnos cuenta de lo mucho que nos une a esta bonita tierra. Cultura, historia, lengua y un sin fin más de cosas en común entre dominicanos y españoles, hizo que desde el primer momento nos sintiésemos como en casa.
A nuestra llegada al puerto, una calurosa bienvenida nos esperaba gracias a la banda de música de la Armada de las Republica Dominicana, quién amenizó con música local nuestra atracada. A continuación tuvimos el honor de recibir a bordo al Embajador de España en República Dominicana. Los miembros de la dotación ocuparon sus puestos para el “saludo a la Voz” donde se reparten a lo largo de los diferentes palos y vergas para recibir como corresponde al Embajador.
Esa misma noche tuvo lugar la tradicional recepción a bordo, una pequeña copa de bienvenida, donde se reciben a todas las autoridades locales, miembros de la Armada de la República Dominicana y por supuestos a nuestra más que poblada comunidad española en estas tierras. Todos y cada uno de los miembros de la dotación nos sorprendimos al hablar con ellos y descubrir que más de 30000 compatriotas viven en República Dominicana. Como siempre, los guardiamarinas dimos el “do de pecho” e hicimos que decenas de españoles, quienes llevaban ya varios años lejos de su querida España, se volviesen a sentir en un trocito de ella. Es de justicia decir que a nuestro favor ayudaba la presencia de un buen Rioja, un jamón de jabugo exquisito y nuestra ya famosa banda amenizando con castizos pasodobles para embriagar de patriotismo a nuestros invitados.
Durante nuestra estancia en puerto tuvimos la oportunidad de participar en numerosas actividades, una de las que mejor acogida tuvo entre la dotación fue la visita guiada por la zona colonial de Santo Domingo. Durante este tour pudimos comprobar la estrecha relación que nos une, sobre todo por historia, a esta bonita ciudad. Pudimos visitar el alcázar de la familia Colon, la catedral Primada de América o descubrir como el español Nicolás de Ovando diseñó urbanísticamente los planos de la ciudad caribeña.
Al día siguiente, fue una gran oportunidad para que los Guardiamarinas estrechasen lazos y amistades con sus homólogos dominicanos. El día empezó con una visita a la Academia Naval donde se forman los futuros Oficiales de la Armada Dominicana. Pudimos comprobar lo mucho que se asemeja tanto la Academia como su plan de estudios a lo que hacemos en nuestra añorada Escuela Naval en Pontevedra. Tras visitar sus cuarteles e instalaciones, nos fuimos directos a vestuarios para prepararnos para las competiciones deportivas que teníamos a continuación. Se organizaron partidos de futbol, baloncesto y voleibol. A diferencia de lo ocurrido en Curazao, nuestro equipo de futbol pudo desplegar toda la clase que atesora y derroto sin miramientos a la escuadra dominicana; por desgracia no podemos decir lo mismo en voleibol donde pudimos comprobar en nuestras propias carnes que la Republica Dominicana es una verdadera potencia de este deporte.
Para finalizar el día, el Sr. Embajador organizó una bonita velada en su residencia donde invitó a gran parte de la dotación y Guardiamarinas. Aquí, como siempre en este tipo de eventos, pudimos seguir desarrollándonos en la parte más social y protocolaria de nuestra formación conversando con gente de lo más interesante y con la que tanto aprender.
Al día siguiente, 10 Guardiamarinas tuvimos el placer de recibir a bordo a los Cadetes de la Academia Naval con el fin de enseñarles nuestra día a día a bordo de este bergantín goleta, nuestros quehaceres en las navegaciones y por supuesto nuestro bonito buque . Como buenos anfitriones, ellos luego nos devolvieron el favor y nos mostraron ilusionados su nuevo pero clásico buque-escuela, el ‘Almirante Juan Bautista Cambiaso’. De esta manera pudimos conocer un poco más acerca de su manera de trabajar y formar así mayores vínculos con nuestros aliados.
Además, como ya hiciéramos en el puerto de Curazao, dos de nuestros mejores hombres ofrecieron una conferencia en el Centro Cultural Español, sobre la conmemoración del V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo, de tal manera que allá donde nos encontremos, todo el mundo sepa de la gran gesta que realizó el gran marino que da nombre a nuestro buque.
Por último, el día antes de salir a la mar, la Casa de España en República Dominicana, nos brindó una despedida por todo lo alto. Un club centenario y con casi diez mil socios, han conseguido crear un trocito de España a miles de kilómetros. Entre comida típica española y acompañada de los mejores rones locales nos despedimos de nuestros compatriotas a ritmo de Juan Luis Guerra y clásicos españoles.
Para finalizar este completo y fructífero programa de actividades, en la mañana del 6 de Marzo tuvo lugar una Jura de Bandera para la comunidad española residente en Santo Domingo. Como siempre fue un acto cargado de emoción donde fuimos testigos de su juramento a la bandera y de su verdadero compromiso con España. Han pasado muchos años desde que dijeron adiós a su querida España, por unos motivos u otros, pero lo que no cambia es su amor reflejado en esos rostros de emoción al estampar sus labios en la Bandera de España.
En estos momentos nos encontramos ya navegando en demanda de Miami, a donde arribaremos el 15 de Marzo. El viento y la mar no es que hayan acompañado mucho estos días, llegamos a tener olas de hasta 4 metros, pero como siempre, este marinero barco estuvo a la altura como lo lleva haciendo 93 años. Durante este tránsito, de poco más de una semana, nos acercaremos ya al final del curso escolar y con ello los exámenes finales y las últimas conferencias profesionales. A partir de Miami nos entregaremos en cuerpo y alma a la actividad del buque. Las clases habrán finalizado y trabajemos codo con codo con el resto de la dotación en sus tareas diarias, pero eso será más adelante y esperamos contárselo en un futuro próximo. Esperemos les haya gustado y se hayan trasladado junto a nosotros a esta preciosa ciudad caribeña y que continúen tan fieles a nuestro pequeño resumen de vida a bordo que realizamos con todo nuestro cariño los integrantes del ‘Juan Sebastián de Elcano’.