Comienza hoy nuestro primer sábado en la mar en la navegación a Fortaleza.
Tras el desayuno con el tradicional bizcocho de los sábados, comienzan los trabajos, mantenimientos y limpiezas del buque, la cubierta se vuelve a llenar de vida.
Los Guardiasmarinas, por nuestra parte, comenzamos el ciclo de conferencias profesionales y de liderazgo. En esta ocasión un grupo nos habla sobre el futuro del glorioso cuerpo de Infantería de Marina. A continuación, otro grupo, nos expone las claves de la derrota sufrida por la Armada Española en la batalla del Cabo San Vicente contra los ingleses, centrándose en las cualidades de liderazgo de los personajes más destacados de uno y otro bando.
A media mañana, tiene lugar un acto de Leyes Penales con imposición de condecoraciones para varios miembros de la dotación. Este acto en la mar nos sirve de ejemplo y nos anima a seguir trabajando y perseverando en nuestras funciones, en este caso, de estudiar.
Finalizadas las Leyes Penales y dado que es el día de San José, la primera comida la realizamos en cubierta en un ambiente distendido. El sol hace su presencia pero no termina de calentar.
Por todas parte del barco se escucha hablar a la gente por teléfono o escribiendo un whatsapp diciendo ¡¡Felicidades Papá!!. Algún otro intenta ocultar como se le llenan los ojos de lágrimas al recibir una foto de sus hijos con un cartel que pone ¡!Te queremos Papá!!.
Dado que ya llevamos mucho poniente recorrido, a la hora de la comida se produce un cambio de hora a bordo pasando de huso “Zulu” a huso horario “November”. Dos horas de diferencia con la Península Ibérica y con Fortaleza, nuestro próximo destino.
Nos encontramos ya en el comienzo de los vientos alisios que nos empujan a buen ritmo hacia el continente americano.
Finaliza la singladura, navegando a vela con aparejo de juanete y escandalosas, amurados por estribor, a rumbo 240, dando un andar de 7 nudos en las mismas condiciones meteo, bajo un cielo despejado con luna en cuarto creciente, según la derrota prevista, sin más novedad.
