Comienza la singladura navegando por el Atlántico Norte en demanda de las Azores. El viento amaina a fresco pero continúa de componente WNW, viento que sigue siendo propicio para navegar a vela. La mar disminuye a fuerte marejada pero continúa la incómoda mar de fondo del W con altura de la ola de 2 a 3 metros. El barco navega bien pero tiene un movimiento de balanceo que, en algunas ocasiones, se hace incómodo. El trincado del buque a son de mar es fundamental para que no haya pérdidas de material ni accidentes con daños al personal.
Siguiendo el horario de a bordo con estricta puntualidad se toca la descubierta. Los gavieros de guardia escalan la jarcia de cada palo a la orden del Oficial de Guardia en el puente de gobierno. Ante la atenta mirada del personal de guardia y personal franco de servicio que pasea por cubierta, los gavieros examinan todo el aparejo dado, los flechastes y la jarcia firme. La descubierta tiene lugar dos veces al día. La seguridad a bordo es lo primero y ellos se encargan de identificar cualquier aspecto de la maniobra que no se encuentre en las condiciones de trabajo adecuadas.
El “Juan Sebastián de Elcano” sigue recortando distancia con la Isla de Las Flores (Azores). Los cinturones de frentes que se van formando en el Atlántico van desfilando y el buque tiene un comportamiento ejemplar, demostrando así que tiene unas condiciones marineras envidiables.
Es sábado en la mar, aun así los trabajos esperan durante el horario matutino. Se tocan trabajos para la dotación, mientras un grupo de Guardiasmarinas imparten dos conferencias profesionales programadas previamente. Este tipo de conferencias desarrollan la capacidad de análisis e investigación de los alumnos y la imparten, en la Cámara de Guardiasmarinas, al Sr. Comandante, Segundo, Jefe de Estudios y resto de Oficiales de a bordo.
Los alumnos continúan preparando la fase final del curso que ya otea por el horizonte. Aunque aún quedan días de mar hasta la llegada a Marín, los GGMM comienzan a recopilar vivencias y las comparten con el resto de sus compañeros. El Crucero, aunque corto, ha sido intenso para ellos; sin duda alguna, desembarcarán en Marín siendo más experimentados en la mar y conociendo más y mejor como se trabaja en un buque de la Armada Española.
El Oficial Ayudante de Derrota y Meteorología efectúa cálculos continuos para recomendar al Sr. Comandante la mejor manera de evitar que los efectos de la borrasca que se avecina por el W tengo efectos de entidad en el buque. Durante la tarde se arranca motor, se cargan los velachos y se cazan los cangrejos y la cangreja al medio; se aumenta velocidad para evitar que dicha borrasca nos alcance.
Se espera que el viento poco a poco vaya amainando y role hacia el S. Este viento será propicio para volver a navegar a vela dando una velocidad sobre el fondo lo suficientemente alta como para no llegar con retraso a Azores, tal y como estaba previsto.
A 2006 horas ocurre el Ocaso, con ligero amaine de viento hasta bonancible moderado sin role alguno. El estado de la mar disminuye a marejadilla pero la mar de fondo no cesa, continúa teniendo una altura de la ola de poco más de 2 metros.
El Sr. Comandante da las órdenes oportunas en su libro de Órdenes nocturnas antes de retirarse a descansar. El Ayudante de Derrota da el enterado con su firma y lo sube al puente para comentarlo con el Oficial de Guardia.
Finaliza la singladura sin más novedad
