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Categoría: Noticias
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Publicado el Miércoles, 29 Junio 2016 12:19
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Escrito por jeronimo
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Comienza la singladura navegando a mixta, a rumbo 065º, a 6 nudos de velocidad, con viento bonancible del NNE, buena visibilidad y cielos cubiertos. Con estas condiciones no es posible la observación del crepúsculo matutino. Los Guardiasmarinas, conscientes de la cercanía del puerto de Marín, intentan aprovechar cualquier ocasión para llevar a cabo sus observaciones, aunque ésta semana sus intentos se han visto mermados por unos cielos cubiertos que no han dado tregua alguna. Aun así, lejos de desanimarse, esperan impacientes que las nubes permitan a las estrellas relucir en un futuro próximo. Es evidente que los progresos que los GGMM han tenido en materia de navegación astronómica son enormes y contentos con esto, recordarán para siempre las nociones que en este majestuoso buque-escuela adquirieron.
Tras la diana, a primera hora del día, tiene lugar la conferencia profesional llevada a cabo por cuatro alumnos. Tras esta magnífica conferencia todo el auditorio consigue comprender la importancia de la soberanía de nuestras aguas y del conocimiento de los límites de nuestra nación.
Prácticamente ya ha acabado el LXXXVII Crucero de Instrucción, por lo que el Segundo Comandante aprovecha la mañana del sábado para hacer las fotos Oficiales de la dotación por grupos. Al finalizar las fotos de grupo se hace una de toda la dotación en el Alcázar.
Poco después, el Sr. Comandante y sus Oficiales asisten, en la Cámara de Guardiasmarinas, a la entrega de dos importantes premios que vienen siendo tradición en los Cruceros de Instrucción, el premio al mejor compañero y al mejor en el manejo del sextante y cálculos de astronomía.
El resto del día transcurre sin acontecimientos reseñables siguiendo el horario semanal. Los alumnos aprovechan para descansar y hacer deporte, y tras el acto de la segunda comida, realizan la observación del crepúsculo vespertino. Cumplidas sus obligaciones y tras el toque de silencio, las guardias francas se retiran a descansar con la íntima satisfacción del deber cumplido.
Finaliza la singladura navegando a mixta, rumbo 080º, dando un andar de 6 nudos, en demanda de la ría de Pontevedra, con viento fresquito del N, marejadilla, buena visibilidad y horizontes claros, sin más novedad.