¡¡Diana!! ¡¡Diana!!, Dotación Buenos días !!. Abro los ojos tras el toque de chifle y me desperezo mientras a través del portillo miro que aspecto tiene el día. Amanece un  gris martes por el través de babor. Once días han pasado desde que partimos de Las Palmas de Gran Canaria, y, aunque no nos demos mucha cuenta, nuestra estancia allí fue la última en que pisaremos territorio nacional hasta dentro de casi seis meses. Iniciamos así una aventura que nos llevará a conocer mejor nuestro medio natural, la mar, a la vez que conoceremos nuevas culturas y gentes siendo marinos de España. 

El Buque-Escuela de la Armada, con su dotación y los alumnos, que este año viven la experiencia formativa más enriquecedora en su carrera, continúa singladura tras singladura navegando a vela en demanda del puerto de Rio de Janeiro. 

Los días suceden rutinarios, pero no monótonos. Aunque el buen tiempo nos va poco a poco dejando “de lado” conforme cerramos distancia al Ecuador, vivimos cada día a tope saboreando y disfrutando de cada bocanada de aire fresco que se mezcla con el olor a brea que desprende la jarcia. Se cubren los cielos y el viento, milla a milla, amaina dejándonos a merced de la corriente. 

Las clases para los guardiasmarinas y aspirantes a Cabos 1º les copan la mayor parte del día a día, mientras la dotación con sus trabajos, mantenimientos y limpiezas cuida, mima y pone a punto a este bergantín goleta octogenario. A bordo somos una familia de 260 personas y cada uno tenemos una función asignada. Hoy por la mañana tiene lugar en toldilla un ejercicio de tiro, el segundo desde que salimos de Cádiz, para prácticas del personal que monta guardia militar de la dotación. En él participan como instructores dos guardiasmarinas de Infantería de Marina, aprovechando así otro periodo de adiestramiento y liderazgo práctico en su educación como Oficiales.

Como norma general, cada crucero se planifica un torneo de juegos de mesa (tute, mus, dominó, parchís) que dan comienzo esta semana, enfrentando a todo el buque entre sí y permitiendo establecer y fortalecer una de las características más importantes que a lo largo de nuestra carrera nos acompañarán, las relaciones humanas. Se respira en cubierta un aire mezcla de emoción y tradición. Un peculiar acontecimiento está por llegar. Tan sólo cuarenta millas náuticas nos separan del Ecuador y, para la mayoría de los que a bordo estamos, será la primera vez que crucemos al hemisferio sur. 

El buque debe prepararse para cumplir una anciana tradición marinera contemplada en nuestro Ceremonial Marítimo. El Rey Neptuno tomará el mando del buque durante unas horas de manos del Comandante, con el firme propósito de bautizar a todos aquellos que hasta la fecha no han cruzado  el Ecuador. Si la dotación de este buque consigue agradarle, nos lo recompensará con un día festivo, repleto de tradición, hermandad y diversión. 

Sin embargo, el ansiado día se hace esperar y lo que en un principio  estaba previsto para el inicio de la semana se ha ido retrasando hasta el viernes debido al viento rolón que nos afecta. Y es que por donde navegamos, la Zona de Convergencia Intertropical, los vientos son caprichosos e inestables y, los 7 u 8 nudos de andar a los que estábamos acostumbrados, se han convertido en apenas 3 o 4. Pero eso sí, seguimos a vela. Nos hemos propuesto llegar a latitud Sur sin arrancar motor, ¡y lo vamos a conseguir!

Y es que con más o menos intensidad de viento seguimos avante, lento pero seguro. Hoy miércoles arriamos las dos embarcaciones semirrígidas para comprobar equipos y adiestrar a la dotación en esta situación.

También se adiestran los Aspirantes a Cabo 1º, ya que pronto serán ellos los patrones de embarcaciones en sus correspondientes destinos en unidades operativas.

Por la tarde se realiza un ejercicio de Hombre al Agua con arriado de embarcación junto con incidencias de lucha contra incendios en proa, demostrando todos que el adiestramiento previo no ha sido en vano, pues los complicados procedimientos operativos se completan a la perfección. 

La mañana del jueves transcurre con normalidad. Durante la noche desfogan varios chubascos trayendo el arrecie del viento hasta fresquito y permitiéndonos dar 10 nudos a vela!!! Quién lo iba a decir esta mañana!! Las nubes que cubren el cielo no permiten hacer el cálculo de la Meridiana, lo que da un respiro a los guardiasmarinas y les permite disfrutar de un poco más de tiempo libre. 

Por la tarde estos alumnos aferran las velas Trinquete Cruz. Lo hacen contentos de poder subir a los palos y de tomar al aire en lugar de permanecer dando clase en su cámara. Bajan de las vergas con la íntima satisfacción del trabajo bien hecho y del deber cumplido.

Tras el aferrado nos sorprende la visita del Paje del Rey Neptuno, que viene a anunciarnos su llegada al día siguiente. Escuchando el comunicado del Paje y la posterior lectura de la orden nos vamos haciendo una idea de lo que nos espera mañana: revolución de puestos y cometidos intercambiados entre oficiales, alumnos, suboficiales y marinería, y presagiando una particular ceremonia para el día siguiente. 

Se pone el sol, se esconden las estrellas y la luna detrás de un denso manto de nubes  y el día llega a su fin. A escasas 10 millas del Ecuador cierro los ojos en mi cama. Ahora solo queda descansar y esperar a ver que nos depara el curioso día de mañana, cuántas ganas !!!