El día de hoy ha comenzado, como no podría ser de otra manera, al toque de diana de las 0700 horas en huso Q, mediante el cual se rigen todos los actos horarios a bordo de nuestro Embajador y Navegante. Tras el icónico chiflido, ha dado comienzo un día de lo más variado y apasionante, donde se han sucedido distintas actividades con la volatilidad que caracteriza un día de singladura.
Continuamos en demanda del puerto de Manzanillo, en Méjico, con toda la dotación todavía sumida en el sentimiento de añoranza de Santo Domingo, que creo poder asegurar que no dejó indiferente a ningún marino de este Bergantín-Goleta. El siguiente hito a alcanzar también colma de ilusión a todos aquellos que lo realizamos por primera vez en nuestra carrera, el cruce del Canal de Panamá, a dónde nos aproximamos con la curiosidad de observar cómo se desarrolla la secuencia de paso por una obra de ingeniería de envergadura semejante y reservada para marinos afortunados, como lo somos nosotros.
El tiempo hoy se ha mantenido estable y agradable durante toda la jornada, con un viento fresco que ha propiciado la reducción de aparejo durante el día para ir ajustando la velocidad al calendario de acaecimientos que debemos cumplir con rigurosidad.
Para nosotros, los guardiamarinas, el día de hoy se presentaba como un día que nos iba a seguir sumiendo poco a poco en la rutina propia del tránsito entre puertos y, sin embargo, hemos sido sorprendidos por una Maniobra general con el fin de realizar dos viradas, para el buen adiestramiento de los alumnos y la dotación. En esta maniobra hemos estrenado nuevos puestos, sacándonos de nuestra zona de confort, y reavivando las ganas por aprender y aportar todo lo que podamos. Seguidamente hemos asistido a unas conferencias sobre Construcción naval, cruce y seguridad del canal de Panamá. En ellas hemos podido comprobar las horas de trabajo invertidas y la pasión volcada de nuestros compañeros destacando, si me lo permiten, la defensa numantina que han protagonizado los guardiamarinas de la conferencia del cruce del canal de Panamá, ante las cuestiones que nuestros oficiales les han planteado acerca del trabajo realizado.
Para mí personalmente, y creo firmemente que para el resto de guardiamarinas también, la preparación demostrada por nuestros compañeros supone un estímulo inigualable para tratar de alcanzar la máxima rigurosidad, pasión y máximo conocimiento; no solamente en nuestros estudios y conferencias, sino en toda nuestra carrera como marinos al servicio de España.
Ruego a Nª Sª la Virgen del Carmen que nos siga acompañando y cuidando durante nuestra singladura.
En la mar, a bordo del B/E "Juan Sebastián de Elcano" a 12 de marzo del 2024
GM1º Pablo Gallardo Delgado