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Categoría: Noticias
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Publicado el Martes, 17 Marzo 2015 13:11
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Escrito por jeronimo
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seguridad.
El desacostumbrado verano que hemos tenido hasta la fecha llega a su fin adentrándonos en un clima fresco que, después del calor sufrido en el Ecuador y en la ciudad de Río de Janeiro, en el fondo casi se agradece.
La navegación nocturna nos trae una de las experiencias más impresionantes de este crucero y que estoy seguro no olvidaremos. Si bien todos hemos visto mayores o menores tormentas a lo largo de nuestra vida, la que vivimos ayer fue del todo peculiar. Una densa nube se cierne sobre nosotros cargada de agua profiriendo rayos y truenos de todo tipo. La oscuridad de la noche se vuelve pleno día cada vez que un rayo descarga su fuerza permitiéndonos ver a simple vista y con claridad el color de la estructura de un barco pesquero argentino que se encuentra a cinco millas de nuestra posición. Por cierto, es blanco y azul. Ante la previsión de fuertes lluvias toda la guardia se enfundó el traje de aguas para protegerse esperando que cayese un gran chaparrón. Sin embargo, son sólo pequeñas y aisladas gotas las que por unos breves minutos nos acompañan.
La previsión meteorológica para el viernes no es nada halagüeña (tendrá algo que ver que sea viernes 13?) y cargamos todo el aparejo pasando a navegar a motor pues en pocas horas tendremos vientos fresquitos de proa que reducirán considerablemente nuestro avance y que esperamos que a medida que avance la tarde amainen a bonancible moderado y rolen por el oeste hacia el norte ayudándonos en nuestra navegación. Añadimos así una experiencia más a nuestro baúl de enseñanzas y vivencias que sólo a bordo de este barco podremos experimentar donde cada rincón rezuma sabiduría, conocimiento y vivencias a todo aquel que le quiera escuchar.
Mientras tanto en la Cámara de Guardias Marinas, nos enfrentamos a un nuevo examen. En esta ocasión es de Logística Operativa que nos permite entender y conocer mejor los ciclos de aprovisionamiento de un barco así como las herramientas y procesos establecidos a la hora de completar la capacidad operativa en cuanto a víveres, repuestos y pertrechos.
Tras la hora de gimnasia observamos como un par de ballenas navegan con nosotros, tan cerca que el rocío de sus soplidos empapa la cámara de fotos a más de uno que intentaba inmortalizar el momento.
Son ya más de dos meses de navegación e innumerables las cosas que hemos aprendido ya en este tiempo, pero el crucero, aunque ya no sería correcto decir que acaba de empezar, es largo y todavía nos deparará fantásticas enseñanzas que nos esperan por la proa
