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Categoría: Noticias
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Publicado el Miércoles, 20 Abril 2016 13:46
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Escrito por jeronimo
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Comienza la singladura de buen cariz, navegando en demanda del Mar Caribe. La navegación trascurre a vela y la meteorología cada vez es más propicia para la vida en cubierta.
Tras la diana, los Guardiasmarinas y dotación se preparan nuevamente para afrontar un nuevo día lleno de trabajos, clases, mantenimientos y, como no, tiempo de ocio y disfrute bajo el intenso sol que ilumina nuestra cubierta sin descanso.
Una vez finalizada la jornada, la dotación en general emplean su tiempo en el mantenimiento de la forma física o la lectura en cubierta. La guardia da rondas continuas para comprobar que el aparejo con el que navegamos se encuentra en perfectas condiciones y trabaja adecuadamente.
Por la mañana, los Guardiasmarinas de Infantería de Marina reciben las notas de la asignatura de Navegación. Para la mayoría de ellos han sido satisfactorias.
Durante la tarde, se realizan prácticas de gobierno de embarcaciones, aprovechando las buenas condiciones meteorológicas reinantes. Tras el Ocaso, se produce un atardecer único, con varias nubes altas rasgando el cielo y variando su tonalidad de azul a anaranjado.
Tras la Oración y la lectura de la Orden diaria en cubierta, la Banda de música nos deleita con su concierto diario. Posteriormente tiene lugar el segundo turno de la cena, momento que indica que la singladura se encuentra llegando a su fin.
Finaliza la singladura navegando a vela con aparejo de juanete y escandalosas, a rumbo 305º, dando un andar de 5 nudos, con viento bonancible moderado de componente E y olas de mar de fondo de una altura de 1,5 metros, buena visibilidad, cielos despejados, sin más novedad.
