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Categoría: Noticias
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Publicado el Miércoles, 03 Junio 2015 13:51
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Escrito por jeronimo
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Pensacola
Amanecemos este miércoles 27 de mayo fondeados en las inmediaciones de la entrada del canal Caucus, estrecho paso que nos llevará a la bahía de Pensacola.
Nos persigue una constante amenaza de chubascos que no llegan a desfogar aunque nos obliga a estar preparados por si sucede. Levantamos el fondeo con las primeras luces del día y navegamos durante aproximadamente una hora y media por la canal de entrada en Pensacola. Recordamos que hace más de dos siglos en esas mismas aguas, un español, el General Gálvez, desafió a las fuerzas británicas que protegían la ciudad penetrando al mando de solo cuatro buques en la canal al grito de “Yo solo”. Su heroica acción a la postre llevaría a la victoria sobre los británicos, hito decisivo en la Guerra de Independencia de Estados Unidos.
Durante este tránsito pasamos muy próximos a la Base Aeronaval de Pensacola y realizamos un saludo a la plaza a nuestros anfitriones norteamericanos con 21 salvas de cañón. Desde la Base Naval responden a las salvas ¡Bienvenidos a los Estados Unidos de América!. El estruendo de los cañones al disparar las salvas terminan de despertar a alguno que otro. Dotación y Guardiasmarinas formamos en nuestros puestos correspondientes y empezamos a augurar la que será una inolvidable estancia.
Pensacola es el primer puerto de habla inglesa en el actual Crucero de Instrucción. La dotación y alumnos, especialmente los que nunca han estado en Estados Unidos, esperamos encontrarnos una cultura y mentalidad diferente a la encontrada a lo largo de lo que llevamos de viaje por Sudamérica y Centroamérica. Sin embargo nos encontramos con un recibimiento particularmente caluroso y cercano de la población.
Una vez atracados en el muelle número 1 nos sorprenden y agradan la cantidad de banderas españolas que engalanan el puerto y las principales calles de la ciudad. Dos grandes insignias nacionales flanquean una enorme pancarta en la que se lee: “Welcome Juan Sebastián de Elcano” y debajo “Yo Solo”.
Además, como en diversos puertos anteriores, nos recibe una banda de música de la US Navy la cual establece un particular “diálogo de piezas” con la banda de música de a bordo batiendo marchas militares de ambos países y temas populares.
El primer día en puerto tienen lugar las visitas a la central de ensamblaje de Airbus en las inmediaciones de Mobile y a la “Sixth Wing” de entrenamiento de pilotos de la Base Aeronaval de Pensacola.
Al día siguiente comienza la jornada con un emotivo acto en el que se refuerzan los lazos de amistad entre ambos países realizando una ofrenda floral ante el busto del General Bernardo de Gálvez. Un batallón conjunto de militares de ambos países rinde homenaje al héroe de Pensacola. Para los participantes le sigue un suculento “brunch” un local de Palafox Street, probablemente la calle más transitada de la urbe floridense.
Pocas horas antes del ocaso se apuran los últimos preparativos para dar comienzo a la velada que muchos invitados esperaban desde hacía varios días, la recepción a bordo. Nuestro Buque-Escuela es como una embajada a flote. Ello nos obliga a esmerarnos para ofrecer la mejor imagen posible de España agasajando a más de 250 invitados de la sociedad de Pensacola. También es una forma de agradecerles la gran hospitalidad recibida en los días desde nuestra llegada.
Durante todos estos días en el barco nos encontramos con una afluencia masiva de gente que acude a visitar el buque. Contamos entre ellos a muchos veteranos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, quienes enriquecen con su experiencia las charlas con los Guardiasmarinas y dotación presentes por la cubierta. Resaltar a aquellos “Veteran Underage” que llegaron a alistarse en el ejército en 1942 participando en la Segunda Guerra Mundial, experiencia que cuentan con gran orgullo, palpándose en sus palabras la gran devoción que sienten por la US Navy y la bandera nacional americana.
Llegado el fin de semana acudimos a bordo de varios barcos de miembros del Yatch Club a la ofrenda floral en aguas de la bahía de Pensacola en honor a los que allí cayeron de ambos bandos de la contienda previa a la Guerra de Independencia.
El fin de semana da para mucho y alguno ha planificado un viaje a ciudades cercanas. Mientras unos viajamos a Orlando para poder observar las maravillas de la Estación Espacial de la NASA o asistir a parques temáticos de Universal Studios o Disney World, otros deciden visitar la ciudad de Nueva Orleans, cuna del jazz situada en el estado de Luisiana, dónde apreciamos la ingente cantidad de cocodrilos presentes en el Río Mississippi antes de pasear por la famosa Borbón Street en el centro de la ciudad. Al ponerse el sol disfrutamos de una noche impactante y diferente a lo acostumbrado, ¡el ambiente de esta ciudad es increíble!
Asimismo, parte de la dotación y caballeros y damas alumnos también decidió trasladarse al Este de Florida a la ciudad de Destin, conocida por sus tiendas “outlets” y espectaculares playas, donde se podían comprar gran variedad de artículos y prendas que regalar a familiares y amigos una vez volvamos a España.
Para finalizar el inolvidable fin de semana, el domingo 31 por la mañana se celebró la tradicional misa voluntaria a bordo, oficiada en esta ocasión en ambos idiomas, inglés y español. Posteriormente tuvo lugar una recepción ofrecida por la Liga Naval en las proximidades de la zona de atraque y, por la noche, el Almirante Jefe del Centro de Adiestramiento de la Marina situado en la Base Naval de Pensacola nos recibe en su residencia particular de estilo colonial.
Esa misma tarde aprovechamos para ultimar las compras y visitas pendientes en este puerto, del que sin duda nos llevamos un gran recuerdo por todo lo que se nos ha ofrecido.
Partimos el lunes 1 de junio por la mañana tras la entrega de los “Premios Escolares Gálvez” a estudiantes de distintos colegios de Pensacola y después de recibir el cuadro obsequio de la pintora Nina Fritz para toda la dotación del “Elcano”. Además, la patrulla acrobática de los Blue Angels realiza una pasada de despedida sobre el barco para darnos su particular Hasta Pronto!!.
La salida de puerto fue acompañada por gran multitud de personas que nos despedían a viva voz desde tierra o pequeñas embarcaciones. Algunas gotas cayeron mientras preparábamos el buque para salir a la mar, ¡y es que el cielo lloraba nuestra partida!
Es en estas despedidas en las que inevitablemente nos invade un sentimiento de nervios y tristeza, incluso también de cansancio en varias ocasiones pero, como explicaba nuestro Comandante, estas despedidas, por tristes que sean, son parte de la profesión y son un estímulo para regresar algún día. THANK YOU PENSACOLA, WE WILL COME BACK SOON.
